Esta mañana me he levantado pronto, mucho más pronto de lo que tenia pensado. Un sueño (que no pesadilla) que recuerdo vagamente (y que tenia que ver con un debate de un problema metabólico, miren ustedes por donde le da mi subconsciente por las mañanas) me ha despertado y con ello, he podido disfrutar de tres horitas de puesta en marcha, con repaso de cocina y colada por en medio).
Repasando mentalmente cosas, aparentemente banales, pero entre ellas la soledad o la pérdida de alguien querido, ciertas sensaciones o sentimientos (no se si hay que denominarlos de esta manera) han aparecido. Es esa cosa que nace en los adentros, como si te estuvieran apretando la molleja y que parece como si de golpe apareciera un gran coro griego que declama en una tragedia de esas tan tremendas. Me he dado cuenta y les he dicho que vale, que muy bien que salieran un momento a saludar, pero que vale ya. Han callado, pero he pensado en qué pasa cuando por la razón que sea, no consigues callarlos y van dándote la vara todo el rato. La mente y más mi propia mente esquizoide se piensa que los puede contener, que puede dialogar con ellos y crear una especie de "entente cordiale" con ellos....pero que pasaría si se rebelasen o directamente yo decidiera dejar de decidir?. Ahh...dejar de decidir y abandonarse....esa sensación de no tener que decidir nada y que los otros decidan por ti....aunque sean tus propias otras voces....
Aunque conociéndolas y sabiendo el pollo que pueden montar, mejor tener esas voces internas contentas, darles sus espacios y escucharlas, aunque a veces cueste. En el fondo son tus propias criaturas y bueno, habrá que quererlas, digo yo....
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